Antes de empezar de nuevo en septiembre con el de Granollers, esta temporada se cerró como cada año con el curso que el Maestro imparte en Guadarrama el último fin de semana de julio.
Este año se celebró la IV edición de este curso internacional al que asistieron un gran número de practicantes, entre los que cabe destacar, a parte de los de Madrid y alrededores, un grupo muy numeroso procedente del sur de la península, junto con otros muchos procedentes de Galicia. También nos encontramos con nuestros compañeros habituales de Valencia, y algunos llegados de fuera de España. A todos ellos nos sumamos los cinco que nos desplazamos desde Catalunya.
El curso empezaba ya el viernes por la tarde pero algunos de nosotros no podían asistir y la salida se organizó para llegar directamente a la clase del sábado por la mañana.
El Maestro Kitaura puso mucho énfasis en la aceptación desde hara, y en la integración, sobretodo en ataques en shomen uchi a los que dedicó la primera clase del sábado.
Otro aspecto a remarcar fue el papel que el Maestro llevaba impreso con lo que él considera básico en Aikido, nombres de técnicas, posiciones y ataques que él explica y elabora habitualmente en sus cursos, y sobre los que se van construyendo el resto de trabajos en Aikido. Los organizadores se encargaron de hacer fotocopias para que nos pudiéramos llevar a casa estas enseñanzas del Maestro, y transmitirlas a todos nuestros compañeros y alumnos.
Al curso también asistió Shu, el hijo del Maestro, y tuvimos la oportunidad de volver a practicar con él, y sobretodo pudimos verle en acción como uke, ya que su padre le escogía a menudo para realizar las técnicas.
Ver a Shu fue muy interesante para aprender a elaborar un correcto ataque y a mejorar nuestra manera de ser uke, parte muy importante en Aikido para una buena elaboración de las técnicas y conseguir esa unión e integración de tori y uke llamada kimusubi.
Todo esto ha hecho un curso muy interesante, y altamente recomendable, ya que además en contra de lo esperado, el calor no era muy intenso, y las magníficas instalaciones del polideportivo de Guadarrama constan de una gran piscina a la que se podía acceder después de la práctica.
Así pues, recomiendo la asistencia a este curso el año que viene, es la mejor forma de acabar la temporada de Aikido antes de las vacaciones de agosto, mientras esperamos el próximo curso de septiembre.