Nuestra anterior crónica referente al Maestro Kitaura fue la del magnífico curso de Guadarrama, a finales de julio, antes de las vacaciones de agosto.
Ahora después del descanso estival, el Maestro empieza la nueva temporada impartiendo como es habitual un curso en Catalunya a mediados de septiembre. En esta ocasión el encuentro tuvo lugar en Granollers.
Sobre el tatami, entre un gran número de practicantes, nos encontramos con nuestros compañeros de la mayoria de dojos de ACAC (Aikikai Catalunya) y con muchos conocidos de otros puntos de la geografía española y europea, provenientes de Valencia, Menorca, Toulouse, e incluso de San Petersburgo, con los que solemos coincidir en los cursos del Maestro.
Fuimos ocho los asistentes de Aikido Rocafort, y para algunos de nuestros compañeros principiantes fue la ocasión de ver al Maestro Kitaura por primera vez en acción, y después de las clases quedaron muy contentos e ilusionados, con ganas de volver a asistir a otro curso a escuchar nuevamente sus enseñanzas. Enseñanzas siempre basadas en el trabajo desde Hara y la línea de Ki, y en un correcto ataque; demostrando y explicando los conceptos de integración, aceptación y unificación, que son más profundos de lo que parece y complicados de asimilar para elaborar un trabajo de Aikido correcto.
El sábado por la mañana el Maestro empezó el curso con un ataque básico, gyaku hanmi katate dori, para proseguir por la tarde con ryote dori, y finalizar el domingo con yokomen uchi, shomen uchi, ushiro katatedori kubishime y ushiro ryote dori. También hizo uso en varias ocasiones de tanto y boken para ayudar a una mejor comprensión de los movimientos de cada técnica.
Hay que destacar que el Maestro Kitaura fue obsequiado con un libro de la historia de Granollers por parte del Alcalde de esta localidad, que hizo acto de presencia durante el transcurso de la clase de sábado tarde.
Con los conocimientos adquiridos durante el curso, continuamos la práctica asidua en nuestro dojo, mientras esperamos la próxima ocasión de ver al Maestro y compartir tatami y buenos momentos con todos los compañeros que habitualmente asisten a los cursos.